Únete a nuestro canalLluvias impulsan recuperación parcial en presas de uso agrícola del Edomex
La presa San Andrés Tepetitlán es la que reporta el mayor almacenamiento, alcanzando un 64% de su capacidad.
Las presas de uso agrícola en el Edomex mejoraron sus niveles de almacenamiento, según el último informe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Sin embargo, algunas presas no han avanzado significativamente, como la presa Huapango en Timilpan, que solo alcanzó un 7% de su capacidad.
Desglose de niveles de almacenamiento
El análisis de las presas de uso agrícola en Edomex al 30 de julio revela que la mayoría ha incrementado sus niveles de almacenamiento. La presa San Andrés Tepetitlán, en San Felipe del Progreso, reporta el mayor almacenamiento con un 64% de su capacidad. Aunque aumentó un 12% más comparado al mes anterior, aún existe un déficit del 4.4% en comparación con el promedio histórico de cinco años.
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Por su parte, la presa Taxhimay en Villa del Carbón es la segunda con mayor nivel de almacenamiento, alcanzando un 62%. Este embalse, que también es crucial para el turismo local, incrementó su nivel en un 10% respecto a junio, cuando presentaba un almacenamiento del 52%. La presa El Molino en Aculco pasó de un 4% en junio a un 60% en julio, recuperándose significativamente por las lluvias recientes.
Situación crítica en algunas presas
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Pese a las mejoras generales, algunas presas aún enfrentan situaciones críticas. La presa Huapango en Timilpan es alarmante, pues solo aumentó su almacenamiento del 2% al 7% en un mes, manteniéndose en niveles muy bajos. Otras presas como Francisco José Trinidad Fabela y Ñadó también mostraron avances, pasando del 18% al 53% y del 18% al 50% respectivamente.
A pesar de la tendencia positiva en la mayoría de las presas de uso agrícola en el Estado de México, algunas aún requieren atención prioritaria. La presa Huapango, en particular, sigue siendo una preocupación significativa, con niveles que podrían impactar negativamente las actividades agrícolas de la región. La temporada de lluvias, que concluye en noviembre, será determinante para mejorar estos indicadores y garantizar la seguridad hídrica en la entidad.
