No fueron promesas de campaña. Lo que ofreció el viernes Claudia Sheinbaum ante decenas de miles de sus seguidores, fue un discurso adelantado de una hipotética toma de posesión en Utopía, planes en los que está incluida Clara Brugada como jefa de gobierno y Andrés Manuel López Obrador como ideólogo. Una replica de la arenga lanzada por el presidente el primero de diciembre de 2018. Algo que, como los chistes que se vuelven a contar, ya no resultó gracioso.
Primero hay que ganar. No hay que adelantar vísperas como dirían las abuelas, porque pese a encabezar todas las encuestas con dos dígitos de ventaja, las campañas apenas están empezando y es difícil saber si la sombra de López Obrador le habrá de alcanzar a la candidata de Morena para cubrir su déficit en carisma y simpatía, una característica que no es menor para quien aspira a llegar a ocupar el máximo cargo dentro de la administración pública.
De cumplirse su propio vaticinio, tendríamos que prepararnos para seis años más de programas clientelares potenciados. Más dinero para todos, para viejos, para jóvenes, para madres, para estudiantes. Todos ellos programas universales, porque aquí lo que importa no es que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan sino a todos aquellos que pueden votar y se sientan comprometidos a hacerlo por ese gobierno paternalista que en nada se diferencia al de los peores años del PRI ¿De dónde va a salir el dinero? Ese es un misterio, porque sabido es que el presidente dejará las arcas prácticamente vacías y, de aprobarse sus proyectos constitucionales, mucho del presupuesto que a Sheinbaum le tocaría ejercer quedaría comprometido.
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Un momento embarazoso vivió la también candidata del PT y el Partido Verde cuando, algunos dicen que la traicionó el subconsciente, utilizó como sinónimo de transformación la palabra corrupción, un regalo inesperado para la oposición quien no ha cesado de explotar este desliz en las redes sociales.
A la distancia, en Querétaro, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, cuestionó la autoridad moral de Sheinbaum para hacerse aparecer como garante de los avances sociales cuando guardó silencio frente a la desaparición de las escuelas de tiempo completo y las estancias infantiles; cuando permaneció muda cuando quitaron el programa de infraestructura para los pueblos indígenas, o cuando prefirió callar luego que se redujo el presupuesto para el mantenimiento de carreteras y se desviaron esos recursos a otros proyectos prioritarios para el mandatario.
La narrativa de Claudia Sheinbaum deja más dudas que respuestas, en el capitulo referido a seguridad no menciona la palabra cártel ni se señala a bandas criminales, si acaso se lee una vez la palabra “delincuencia” y otra “narcotráfico”, poniendo el dedo siempre en García Luna, parafraseando a su mentor. No esta clara su estrategia para combatir a los “malos” lo cual también es un silencio grave si recordamos que durante 2024 son ya 11 los candidatos, de todos los partidos, a ocupar un puesto de elección popular los que han sido ejecutados. Tan solo el domingo, sin ser un candidato, fue asesinado el exsuegro de la gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado, quien en años pasados había estado vinculado con el narcotráfico. Pero de esas cosas mejor no hablar…
¿Qué le preocupa al mundo?
A nivel mundial, las cinco mayores preocupaciones son: la inflación (34%), pobreza y desigualdad social (30%), crimen y violencia (30%), corrupción y desempleo (26% cada uno). Asimismo, un 60% considera que su país va en la dirección correcta, y un 40% que va por el camino equivocado. Se trata de los resultados de una encuesta aplicada mensualmente en 29 países -entre ellos México-, por la consultora Ipsos.
En el caso de México, el primer lugar de las preocupaciones lo tiene el crimen y violencia, con 69%; le sigue la pobreza y la desigualdad social, 33%; desempleo, 32%; inflación, 29% y corrupción, 19%. Resulta explicable que la inseguridad sea el tema principal de las campañas políticas seguida por temas económicos. La medición del desempeño para el actual gobierno no es mala, en octava posición entre los países evaluados: 55% estima que el país va por el camino correcto contra un 45%. En este desglose, llama la atención el caso de Argentina, donde 60% consideran que van en la dirección correcta, un aval cargado de esperanza para Javier Milei.
La inflación se ha mantenido como la principal preocupación mundial por 23 meses consecutivos. 11 de los 29 países donde se aplicó el estudio tienen a la inflación en primer lugar de sus problemas, encabezados por Argentina (69%). México ocupa el lugar 17.
La pobreza y la desigualdad social ocupan el segundo lugar a nivel mundial, a pesar de que ningún país lo tiene en el primero, siendo Hungría el que lo tiene con más alto porcentaje, con 47%. México está en el octavo lugar, con 33%, sin embargo, el estudio indica que subió 6 puntos porcentuales en un mes, ocupando el tercer lugar de las preocupaciones de los mexicanos.
Crimen y violencia es la principal preocupación en México (63%), ocupa el segundo lugar a nivel mundial -detrás de Chile, con 69% y arriba de Suecia, 63%; cada cual sus circunstancias-, aunque en el caso mexicano hubo un incremento de 8% respecto al anterior mes.
Por el contrario, la corrupción financiera y política tiene sólo 19% para México, quedando en un lejano vigésimo lugar mundial. Indonesia ocupa el primer lugar, con 58%. En cuanto al desempleo, sólo un cuarto de los 29 países encuestados lo tienen entre sus principales preocupaciones, México entre ellos en la onceava posición; Sudáfrica el principal con 65%.
Por último, resulta preocupante que el cambio climático, una de las principales amenazas globales, ocupa un octavo lugar mundial, con 17%, y apenas cinco países le dan un porcentaje mayor a 25%, encabezando Países Bajos con 28%.