El Estado de México ha marcado un hito en la protección ambiental al posicionarse como una de las entidades más rápidas en la detección de incendios forestales a nivel nacional. Actualmente, se estima que solo transcurren 14 minutos desde que inicia un siniestro hasta su identificación por parte de las autoridades, lo que coloca al estado por debajo del promedio nacional, fijado en una hora con 51 minutos. Esta rápida respuesta ha sido clave para reducir significativamente los daños a los ecosistemas forestales.
Este logro es posible gracias al funcionamiento de 28 Torres de Vigilancia Forestal instaladas a más de 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar. Dichas torres están distribuidas en puntos estratégicos del estado como Texcoco, Naucalpan, Jilotepec, Toluca, Valle de Bravo, Coatepec Harinas, Atlacomulco, Tejupilco y Amecameca. Operadas por la Protectora de Bosques (Probosque) y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), estas estructuras permiten un monitoreo constante del territorio mexiquense.
La estrategia “Prevenir es mejor que combatir” ha sido clave para el éxito de este sistema. Gracias a su implementación, en lo que va del año se ha registrado una disminución del 36% en el número de incendios forestales comparado con el mismo periodo del año anterior. Este avance no solo refleja una gestión eficaz, sino también un compromiso firme con la conservación del medio ambiente.
Con estas acciones, el Estado de México reafirma su liderazgo en el cuidado de los recursos naturales y en la protección de sus extensas áreas forestales, fundamentales para el equilibrio ecológico y el bienestar de sus habitantes.