En este mundo corporativo donde todos juran haber encontrado la receta secreta del éxito, la confusión reina. A cada rato me topo con emprendedores que me dicen: “ya hago marketing porque subo posts a Instagram”, como si el universo entero se redujera a una story mal hecha con filtro gratuito. Otros creen que porque compraron una inserción en una revista ya tienen medios, y los más ingenuos piensan que aparecer en la foto de un coctel es sinónimo de tener relaciones públicas. No, queridos! No funciona así.
El marketing, los medios y las relaciones públicas no son lo mismo. Pueden bailar en la misma pista, pero cada uno tiene su propio ritmo. El marketing es el que saca la chequera y dice: “quiero vender”. Busca leads, ventas, ROI. Es agresivo, inmediato, casi ansioso. El plan de medios es más calculador: se pregunta dónde poner el anuncio, en qué canal meter la campaña, cuántos ojos… o clics, voy a comprar. Y las relaciones públicas, bueno, esas son las que se visten de negro, llegan discretas y terminan dictando la narrativa que todos repiten sin saber de dónde vino. El PR no vende directamente, pero hace que te compren sin que tú lo pidas.
El error más común es meter todo en la misma licuadora. Marketing sin PR se ve burdo: pura venta sin alma. Medios sin estrategia de marca son dinero quemado en anuncios que nadie recuerda. PR sin marketing ni medios es poesía que nadie lee. La verdad es que necesitas las tres cosas, pero conectadas y orquestadas como sinfonía, no como karaoke improvisado.
Por qué? Porque cuando alineas las tres, pasa magia. El marketing genera la oferta clara y la lleva al mercado. Los medios amplifican ese mensaje con alcance medible. Y las relaciones públicas le dan legitimidad, reputación y contexto: hacen que Tal o Cual medios hablen de ti sin pagarles un centavo, que te inviten a paneles, que tu nombre circule en conversaciones estratégicas. Eso no se logra con una campaña de Meta Ads, pero tampoco con una cena elegante sin follow up.
Si eres empresaria, emprendedor o marca personal seria, entiende la ecuación: marketing vende, medios amplifican, PR legitima. Son distintos, pero cuando trabajan juntos, la credibilidad se vuelve moneda de cambio, las ventas fluyen con menos fricción y tu posicionamiento deja de ser un espejismo para convertirse en patrimonio intangible.
Así que la próxima vez que alguien te diga que “con un buen community manager es suficiente”, sonríe y huye. Porque lo barato sale caro, y lo improvisado nunca construye legado. Marketing, medios y PR son como un buen tequila, la sal y el limón: puedes sobrevivir con uno, pero el verdadero efecto se siente cuando se combinan.
Just Saying…
Por Kary Fernández
