En Veracruz no necesitas brújula ni mapa del narco: basta un GPS, una lista de extorsionadores y una buena dosis de resignación institucional. Porque sí, en ese estado precioso donde la vainilla es aromática y la violencia sistémica, operan varios grupos delictivos que hacen más por desincentivar la inversión que cualquier reforma fiscal. Y mira que para eso, nos pintamos solos!
Empezamos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), amo y señor de las rutas, del piso cobrado por metro cuadrado, de las cuotas que no aparecen en la ley de ingresos. Luego, tenemos a los Zetas (edición remanente), menos visibles pero todavía muy entusiastas del secuestro y el tráfico de migrantes. El Cártel del Golfo, ese viejo rockero que no se retira, insiste en recuperar sus “tierras prometidas”, especialmente al norte del estado. Y por si algo faltara, grupos como “Los Piña”, “Los 35-Z” y el poéticamente nombrado “Grupo Sombra” andan jugando a Game of Thrones versión huachicolera.
Estos grupos no solo compiten por rutas de narcotráfico y puertos como el de Veracruz y Coatzacoalcos, también reparten favores y plomo en actividades tan tradicionales como el cobro de piso, la trata de personas y el huachicoleo. La guerra entre ellos y contra quien ose usar uniforme ha convertido la seguridad en un lujo y la inversión en un acto de fe.
Y analicemos, por qué importa todo esto más allá del narco-tour local? Porque estos encantadores personajes son la peor amenaza para la joya de la corona del desarrollo federal: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
Cuatro razones por las que el CIIT podría ser un NarcoDisney en potencia
- Amenaza a la inversión y reputación del proyecto
A ver, nadie va a invertir donde secuestran ingenieros, donde los comités ESG levantan la ceja al ver el mapa y donde “colaborar con la comunidad” implica negociar con el primo del jefe del cártel. Las empresas serias huyen más rápido que las conferencias de prensa cuando aparece la palabra “secuestro”.
- Riesgo para trabajadores y contratistas
Te imaginas estar instalando rieles y que te cobren “peaje comunitario” con AK-47? Los obreros y operadores del CIIT están a merced del crimen. Los sindicatos, lejos de representar derechos laborales, parecen castings para la próxima temporada de Narcos: Istmo Edition. “Derechos de paso”, extorsiones y robos de maquinaria son parte del “kit de bienvenida”.
- Obstáculos para la operación logística
Tráfico de mercancías? Sí, claro… siempre que el tren no vaya cargado de coca o migrantes. Porque si las rutas del CIIT se infiltran (suponiendo que no estén ya!), no solo perderemos logística, sino también tratados internacionales y la poca paciencia que le queda a EE. UU. con nuestros experimentos de soberanía.
- Fragilidad institucional en zonas clave
En varios municipios del Istmo la autoridad es un cosplay, no un poder real. La colusión con el crimen es la regla, no la excepción. Hablamos de vacíos de Estado de Derecho donde implementar una política pública es tan efectivo como usar repelente de mosquitos contra drones armados.
PODEBIs más vulnerables: entre el desarrollo y la narcoeconomía
Coatzacoalcos I y II
Sí, suena a complejo futurista, pero es más bien zona de guerra silenciosa entre CJNG y Los Zetas. Ahí hay extorsión, secuestro, huachicoleo y riesgo real para todo el que no se apellide Guzmán o tenga guardaespaldas del Ejército.
Salina Cruz
Un puerto clave, sí… pero también clave para los intereses del CJNG y sindicatos con “influencias externas”. Las amenazas a la infraestructura, sabotajes y violencia sindical no están en los folletos de promoción, pero existen.
San Juan Evangelista
Campo, ganado y cárteles. Poca policía, mucha impunidad. Ideal para actividades ilegales, y no, no hablamos de evadir impuestos.
Ixtepec y Ciudad Ixtepec
Paso de migrantes, paso de armas, paso de extorsionadores. Hay reportes de cobro de piso a transportistas y contratistas. Protección laboral, esa utopía.
Texistepec
Aquí ya ni sarcasmo cabe. Pobreza extrema, conflictos agrarios, cero Estado. Un paraíso para pseudo-cooperativas con conexiones “inusuales”. Ideal para capturas comunitarias, pésimo para gobernabilidad.
Perspectivas reales: del sueño al desencanto en tres fases
Corto Plazo (0 a 18 meses):
Diagnóstico: Grave.
Crimen organizado + sindicatos opacos + tráfico humano = CIIT con freno de emergencia activado. Solo Coatzacoalcos avanza, y eso por inercia militar.
Mediano Plazo (18 meses a 5 años):
Diagnóstico: Reservado.
Si Sedena, Marina, GN y fiscalías se alinean como nunca antes, y si limpian sindicatos, resuelven tierras y dan garantías jurídicas… entonces sí, hay chance. Pero con la palabra “si” no se hacen exportaciones.
Largo Plazo (5 a 10 años):
Diagnóstico: Esperanzador, si sobrevives.
Economías locales formales, zonas industriales funcionales, empleo decente. Pero eso requiere más que presupuestos: requiere gobernanza real, educación y salud. Y está probado, no se logra con “mañaneras”.
Ya deberían dejar entrar a Trump a poner orden! Digo… ya tenia por ahí el fondo Marshall para la zona 4.8 mil millones eran (teóricamente) para México, especialmente para “desarrollar” el sur-sureste.
La mayoría eran fondos ya existentes, reciclados, pintados de colores “pro desarrollo” para que pareciera que venían fresquecitos del Congreso. Algunos requerían que los países receptores cumplieran “reformas estructurales” (léase: abrir mercados, portarse bien y no hablar mal de EE.UU.), y otros ni siquiera llegaron porque el mismísimo Trump congeló programas cuando no le aplaudieron en el Istmo.
Trump no quería cooperación. Quería terreno, control logístico y una narrativa donde México no mandara gente al norte, pero sí dejara pasar intereses norteamericanos hacia el sur. Pero si, hubiera puesto en orden la zona.
Pero retomemos…
Estrategia de Blindaje Comunicacional (o cómo ponerle lipstick al monstruo)
Mensaje central:
“El CIIT no es infraestructura, es inclusión productiva y paz”… paz armada, eso sí.
Subnarrativas:
• Seguridad con uniforme institucional, no con tanquetas.
• Empleo local y formación técnica… mientras no se roben el aula.
• Historias humanas que no terminen en la sección policiaca.
Acciones:
• Campañas digitales con testimonios tipo telenovela de superación.
• Boletines por PODEBI que parezcan más logros y menos excusas.
• Tours de prensa a los dos lugares que aún no han sido infiltrados.
Herramientas de glamour estratégico:
• Micrositios, newsletters, minidocs, mapa de riesgos “optimista”.
• Chatbot CIIT vía WhatsApp… siempre que no lo hackeen.
Si los incentivos fiscales eran promesa de campaña…
Y no están regulados, ni escritos, ni firmados… pues Houston, tenemos un litigio.
• Empresas pueden demandar por incumplimiento.
• Inversionistas se van a donde el Excel tenga menos balas.
• Las comunidades protestan porque no les llegó ni la beca ni la pavimentación.
El gobierno tendrá que rehacer reglas, inventar fideicomisos y fingir que siempre fue el plan “revisar todo para mayor transparencia”. Aunque la realidad es que las licitaciones salieron con más huecos que la red de trenes abandonados de los 90.
Y si los ganadores no cumplen?
• Adiós contrato. Hola litigio.
• Pérdida de incentivos. Hola SAT.
• Malestar social. Hola prensa.
• Demandas internacionales. Hola T-MEC.
Si el CIIT fracasa, no será por falta de dinero. Será por exceso de ingenuidad institucional. Y porque mientras el gobierno cree que puede controlar todo con promesas, el narco ya se compró el terreno, el sindicato y el silencio de los vecinos.
Quieres desarrollo? Primero, haz limpieza. Quieres inversión? Primero, da garantías. Quieres paz? No negocies con quien dispara.
Porque si el CIIT termina en ruinas (otra vez), no digan que no se les advirtió.
Just saying…