Hablemos hoy de que en un entorno económico donde millones de mexicanos enfrentan dificultades de liquidez, el empeño se ha consolidado como una alternativa financiera esencial. Hoy, tres de cada diez personas en el país recurren a esta opción para enfrentar gastos imprevistos o emergencias económicas, posicionando al sector como una herramienta clave dentro del ecosistema financiero informal.
Una industria en expansión
El crecimiento del mercado del empeño ha sido notable, especialmente en regiones de alta densidad poblacional como el Estado de México. Tan solo en el último año, esta entidad registró la apertura de 103 nuevas casas de empeño, alcanzando un total de 613 establecimientos regulados. Esta tendencia responde a la necesidad de soluciones financieras inmediatas, accesibles y con requisitos mínimos, en contraste con los procesos más rigurosos del sistema bancario tradicional.
A nivel nacional, se estima que operan más de 10,000 casas de empeño en 993 municipios del país. Este dinamismo ha generado una derrama económica significativa y ha impulsado el crecimiento de microempresas dedicadas al préstamo prendario.
La informalidad, un riesgo latente
Este video te puede interesar
Sin embargo, el crecimiento de esta industria no está exento de retos. Se calcula que alrededor del 20% de los establecimientos funcionan sin las debidas autorizaciones legales, lo que representa un riesgo tanto para los consumidores como para la reputación del sector. Estas casas de empeño informales operan al margen de la ley, sin controles de transparencia, sin protección al usuario y con condiciones opacas, lo que incrementa la posibilidad de fraudes y abusos.
Frente a este panorama, autoridades y organismos como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) han hecho un llamado a los usuarios a verificar que las casas de empeño estén registradas ante el Registro Público de Casas de Empeño (RPCE) y cumplan con los lineamientos establecidos por la ley.
Oportunidad para la innovación financiera
Para el sector financiero y los emprendedores, el mercado del empeño representa una oportunidad estratégica. A través de la innovación tecnológica, la digitalización de servicios y la implementación de buenas prácticas, las casas de empeño pueden ganar legitimidad, ampliar su cobertura y ofrecer productos más competitivos y seguros. Desde apps de cotización hasta sistemas de evaluación de riesgo con inteligencia artificial, el potencial de evolución es amplio.
En mi opinión, el auge del empeño en México refleja una realidad dual: por un lado, es una alternativa vital de financiamiento para quienes no acceden a la banca tradicional; por otro, es un mercado que necesita mayor regulación y profesionalización. Para los inversionistas y empresarios del sector, este es el momento ideal para apostar por modelos de negocio más éticos, transparentes y tecnológicamente robustos que impulsen la inclusión financiera del país.