La riqueza cultural, natural e histórica del Estado de México no solo atrae visitantes, también abre un abanico de oportunidades para emprendedores e inversionistas que buscan capitalizar el auge del turismo internacional.
Desde las zonas arqueológicas como Teotihuacán, hasta los Pueblos Mágicos como Valle de Bravo, Malinalco o El Oro, el Edomex posee destinos con alto valor simbólico y paisajístico, capaces de competir en la escena global.
Nuevos perfiles de viajeros, nuevas oportunidades
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El turista internacional que visita el Edomex no busca solo descanso: desea experiencias auténticas, gastronomía local, ecoturismo, arte y cultura. Esta tendencia genera demanda por servicios diferenciados y abre nichos para propuestas innovadoras en hotelería boutique, experiencias personalizadas, recorridos temáticos y turismo sustentable.
Empresas que integran tecnología, gestión ambiental y storytelling local están liderando esta nueva ola del turismo con impacto económico y social.
Infraestructura y conectividad en crecimiento
La reciente modernización del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y su conexión con municipios mexiquenses estratégicos ha mejorado el acceso a destinos turísticos del norte del estado. Además, los proyectos de movilidad como el Tren Interurbano México-Toluca permitirán conectar visitantes desde la capital hacia el corazón turístico del Edomex en menos de una hora.
Esto representa una ventaja logística que eleva el atractivo del estado para cadenas hoteleras, touroperadores y plataformas digitales enfocadas en turismo.
Inversión con propósito
El gobierno estatal ha comenzado a reforzar las alianzas público-privadas para impulsar la promoción turística internacional, la capacitación del personal de servicios y el fortalecimiento de los destinos emergentes. Esto crea un entorno propicio para negocios con visión de largo plazo, donde se priorice la sostenibilidad, el empleo local y el desarrollo regional.
Más allá del turismo: un motor económico
El turismo internacional no solo genera ingresos directos, también impulsa sectores como transporte, comercio, alimentos, artesanías, bienes raíces y tecnología. Para los emprendedores, representa una oportunidad para diseñar productos y servicios con valor agregado y proyección global.
