La Feria del Pulque 2025, celebrada en el municipio de Jiquipilco, Estado de México, no solo rinde homenaje a una de las bebidas más emblemáticas de la cultura prehispánica, sino que también se ha convertido en un motor clave para dinamizar la economía local y fortalecer la actividad turística de la región. Este año, el evento se llevó a cabo del 14 al 25 de marzo, consolidándose como uno de los principales escaparates para pequeños productores y emprendedores locales.
Con la participación de más de 80 productores de pulque, artesanos, comerciantes y empresarios del sector gastronómico, la feria ha logrado impulsar una derrama económica significativa, posicionándose como una plataforma estratégica para promover el consumo local, incentivar el turismo de experiencia y fortalecer la identidad cultural mexiquense.
Pulque: tradición que se transforma en oportunidad de negocio
El pulque, considerado “la bebida de los dioses” por su ancestralidad y vínculo con la historia indígena, ha encontrado en esta feria una nueva vida comercial. Los productores no solo ofrecieron las variedades tradicionales, sino que también innovaron con sabores como avena, coco, apio, frutos rojos y nuez, adaptándose a las tendencias del consumidor actual que busca experiencias gastronómicas auténticas y diferenciadas.
Este video te puede interesar
Este tipo de diversificación permite que el producto no se quede anclado en su valor histórico, sino que se reinvente para acceder a nuevos mercados, incluyendo al público joven, turistas nacionales e internacionales interesados en experiencias culinarias locales. Así, el pulque no solo preserva su relevancia cultural, sino que también abre posibilidades de expansión comercial para sus productores.
Impacto económico y generación de empleos
La celebración de la feria representa una importante inyección económica para el municipio y sus alrededores. Hoteles, restaurantes, transporte, servicios de organización de eventos, vendedores ambulantes y tiendas de artesanías ven multiplicada su actividad gracias a la llegada masiva de visitantes.
Además, muchos de los expositores y pequeños empresarios aprovechan este evento para realizar ventas que representan hasta el 30% de sus ingresos anuales. La generación de empleos temporales, tanto directos como indirectos, también es un beneficio tangible, mejorando los ingresos de familias locales y promoviendo el emprendimiento en sectores tradicionales.
Turismo cultural como estrategia de crecimiento
La Feria del Pulque también impulsa el turismo cultural, una modalidad que ha cobrado fuerza en los últimos años, donde los visitantes no solo buscan entretenimiento, sino también aprender, conectarse con las raíces y vivir experiencias auténticas.
El evento incluyó actividades como concursos de curados de pulque, exhibiciones deportivas, desfiles de carros alegóricos, presentaciones musicales y talleres culturales, logrando que los asistentes permanezcan más tiempo en la región, aumentando el gasto per cápita y fortaleciendo la oferta turística local.
Este tipo de turismo permite que municipios como Jiquipilco, que tradicionalmente no figuraban como destinos turísticos de gran escala, se posicionen en el mapa, atraigan inversiones y mejoren su infraestructura.
Proyección a futuro: desafíos y oportunidades
Si bien la Feria del Pulque ha mostrado un éxito creciente, los organizadores y autoridades locales enfrentan el desafío de profesionalizar aún más el evento para capitalizar todo su potencial económico. Mejorar la promoción turística, fortalecer la infraestructura de servicios, diversificar aún más las actividades complementarias y generar estrategias de comercialización post-evento para los productores son pasos necesarios para asegurar un crecimiento sostenido.
Existe una oportunidad clara de transformar el pulque en un símbolo de identidad local que pueda ser exportado no solo como bebida, sino como experiencia cultural integral, incluyendo rutas del pulque, talleres de producción y festivales temáticos a lo largo del año.
La Feria del Pulque 2025 en Jiquipilco no es solo una celebración de la tradición; es un ejemplo claro de cómo los eventos culturales bien organizados pueden convertirse en motores de desarrollo económico, turístico y social. Al combinar la preservación del patrimonio con estrategias de negocio modernas, el Estado de México impulsa el emprendimiento local, genera empleo, promueve el turismo y fortalece el tejido económico regional, dejando en claro que el rescate de las tradicion