Emmanuel González Zambrano, quien asumió la presidencia de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (ASOFOM) en enero de 2024 y estará en el cargo hasta 2026, nos compartió lo que significa estar al frente de la Asociación de Instituciones Financieras No Bancarias (IFNBs) más grande de Latinoamérica, así como los retos y oportunidades que enfrenta el sector.
La carrera
Emmanuel estudió Economía, porque desde muy joven desarrolló una gran habilidad con los números y, posteriormente, despertó en él un interés por la política, aunque no desde un enfoque ejecutivo. “Siempre ha sido un tema de interés, especialmente en la parte económica, más que en la legal, dado que la política en México se divide en esas dos grandes ramas.
Me he sentido más inclinado hacia la economía gracias a mis habilidades innatas. Mi familia me impulsó en este sentido, y comencé mi carrera en finanzas a una edad temprana”, nos narra el emprendedor, quien actualmente viaja mucho, justamente por la labor como Presidente de la ASOFOM, pues debe atender al gremio a nivel nacional.
Inicios
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Desde joven, buscó participar en alguna casa de bolsa, y a los 18 años comenzó a trabajar como cajero en Banco Santander. “Empecé en el banco en 1998 mientras estudiaba economía por las noches”. Su desempeño y rápida curva de aprendizaje le permitieron ascender rápidamente.
En esa época, la oferta de productos en los bancos era limitada debido a la crisis de 1994, que cerró el crédito. A partir de 2000, empezaron a abrirse nuevas oportunidades de inversión, como los fondos de inversión, tarjetas de crédito, seguros, y comenzó a vender estos productos. “Con el tiempo, asumí la responsabilidad de una sucursal y luego pasé a la banca de empresas”, relata entusiasmado.
Más adelante, se le presentó una oportunidad muy atractiva en Banca Afirme. “Aunque la institución no era tan consolidada, el reto de implementar una banca de empresas más robusta fue increíblemente enriquecedor. Allí tuve la oportunidad de participar en comités de crédito, lo que me permitió proponer y trabajar directamente con el director general”.
Un caso emblemático fue cuando un cliente de confianza no pudo obtener un crédito por un reporte en su buró de crédito. En lugar de rendirse, Emmanuel le consiguió un crédito privado a través de un inversionista que buscaba alternativas. “Esto me permitió unir las necesidades de ambas partes, logrando un éxito que me llevó a realizar más transacciones de este tipo, ayudando a mis clientes a hacer negocios”, detalla el también contador.
