Cempasúchil: motor económico del Edomex en la temporada de Día de Muertos
Diez municipios concentran la producción de cempasúchil, cubriendo el 75% de la demanda estatal.
El cempasúchil, flor emblemática del Día de Muertos, genera una importante derrama económica en el Estado de México. En esta temporada, la venta de cempasúchil produce más de mil millones de pesos, según la Secretaría del Campo. Esta festividad es la segunda más relevante para los floricultores mexiquenses, después del Día de las Madres.
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Municipios líderes en la producción de cempasúchil
La producción de cempasúchil se concentra en diez municipios que aportan el 75% de la demanda estatal. Entre ellos destacan Texcoco, Atlacomulco y Ozumba, donde pequeños y medianos productores cultivan esta flor en manojo y maceta. La siembra se realiza a más tardar en julio para que esté lista en noviembre.
Según la tradición, el aroma y color del cempasúchil guían a las almas de los difuntos en su regreso el 1 y 2 de noviembre. Las casas, panteones y mercados se llenan de esta flor, acompañada de nube, alhelí y terciopelo morado. El cultivo de estas flores complementarias también aporta al sector floricultor.
Producción de terciopelo morado y otras flores
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Además del cempasúchil, el terciopelo morado es relevante en esta temporada. Municipios como Tonatico, Villa Guerrero y Malinalco producen esta flor, generando más de 14 millones de pesos en 2023. La nube y el alhelí también son importantes, con una producción anual que aporta aproximadamente 17 millones de pesos.
Aunque el cempasúchil se vende principalmente en el mercado local, existen oportunidades para diversificar su uso. Esta flor tiene aplicaciones industriales en la fabricación de pigmentos naturales. Países como China, Perú e India lideran este mercado, pero México tiene potencial para expandirse en este ámbito.
La transformación del cempasúchil podría abrir puertas en las industrias cosmética, alimentaria y textil. Darle un valor agregado permitiría a los productores mexiquenses aumentar sus ingresos y competir a nivel internacional. Esto fortalecería la economía regional y preservaría la tradición cultural asociada a esta flor.