La política de aranceles aplicada por Estados Unidos en 2025 a diversas economías latinoamericanas ha modificado radicalmente las estrategias de exportación y el entorno competitivo de la región. Países como Brasil han visto afectadas de forma directa sus principales rubros exportadores, mientras que México ha sorteado con mayor éxito los retos, gracias a la vigencia del acuerdo comercial USMCA y a la creciente tendencia de nearshoring que favorece la relocalización de empresas hacia nuestro país.
Uno de los estados clave en este nuevo escenario es el Estado de México. Su estructura económica y volumen exportador lo han convertido en referencia nacional y regional para empresas que buscan estabilidad, conectividad e integración con cadenas de suministro de Norteamérica.
Peso industrial y manufacturero
El Estado de México se posiciona como la segunda economía más importante del país, aportando el 9% del PIB nacional, solo detrás de la Ciudad de México. En 2024, el estado reportó exportaciones superiores a los 25,677 millones de dólares, lo que lo convierte en la octava entidad mexicana con mayor volumen exportador, contribuyendo con el 4.2% del total nacional.
El sector manufacturero es el pilar productivo: representa el 21.4% del PIB estatal y concentra el 90% del valor de las exportaciones. Predominan industrias de alto valor agregado, como la fabricación de equipo de transporte, maquinaria, productos químicos y alimenticios. Este liderazgo manufacturero se afianza gracias a la ubicación estratégica del Estado de México, su infraestructura logística y la proximidad inmediata a los principales centros de consumo e intercambio comercial del país, incluidos el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la red carretera nacional.
Impacto y respuestas ante los aranceles
Si bien México ha enfrentado presiones por aranceles en sectores sensibles como acero y automotriz, los efectos se han mitigado por tres factores sustanciales:
- Integración comercial sólida: El 80.8% de las exportaciones mexiquenses tienen como destino Estados Unidos, evidenciando la capacidad del estado para mantener flujos comerciales robustos, aún ante la aplicación de nuevas barreras.
- Diversificación de socios: Además de EE. UU., el Estado de México exporta a Guatemala, Colombia, Brasil y Canadá; y sus importaciones principales provienen de China, Alemania, India y Canadá. Esta diversificación sostiene la competitividad, incluso si un mercado clave sufre restricciones temporales.
- Atracción de inversión extranjera directa (IED): En el primer trimestre de 2025, el Estado de México captó 1,888 millones de dólares de IED –su mayor cifra en 19 años–, con un crecimiento del 60% respecto al mismo periodo del año anterior. El mayor monto fue destinado a industrias manufactureras, especialmente en equipo de transporte, química y accesorios, señalando el atractivo de la entidad para empresas extranjeras que buscan integrar y fortalecer sus cadenas productivas en territorio mexicano.
Nearshoring y generación de empleo
La tendencia de nearshoring ha generado una oleada de nuevas empresas extranjeras y nacionales que se establecen en el Estado de México. De enero a junio de 2025, el estado lideró la generación de empleo formal a nivel nacional, con 42,453 nuevos puestos, y acumuló 1,918,960 empleos registrados en el IMSS, la mayor tasa desde hace 28 años y representando el 8.6% del empleo formal del país.
Más del 44% de las exportaciones mexiquenses corresponden al equipo de transporte, lo que robustece la cadena automotriz y logística conectada directamente con el mercado estadounidense. Las industrias de maquinaria (21.5%), química (10.2%) y metálica (5.5%) complementan este ecosistema industrial, manteniendo el dinamismo frente a la volatilidad internacional.
Ventajas competitivas regionales
La resiliencia mexiquense ante los aranceles se explica por su capacidad de diversificación, infraestructura avanzada y una estrategia de atracción de IED centrada en la manufactura y logística. El déficit comercial registrado en 2024 (-16,670 millones de dólares) refleja un contexto de alta demanda de componentes y bienes intermedios para la industria, más que indicadores de vulnerabilidad.
Por otro lado, el Estado de México se destaca por la baja inflación acumulada (36.4% entre 2018 y 2025, tercera cifra más baja nacional), una reducción paulatina en la pobreza laboral y una tasa de informalidad igual al promedio nacional, indicadores que sostienen la fortaleza interna y la capacidad de adaptación frente a los retos globales.
Oportunidades y retos 2025
- Aprovechamiento del nearshoring: El Estado de México debe continuar fortaleciendo su infraestructura logística y energética para captar más empresas relocalizadas y convertir al estado en un nodo estratégico continental. Los parques industriales, las zonas logísticas y los proyectos de transporte multimodal serán claves para consolidar esta posición.
- Innovación y actualización tecnológica: La capacidad de atraer industrias 4.0 y automatizadas será determinante para mantener la ventaja competitiva y adaptarse a los cambios regulatorios y comerciales provenientes de EE. UU.
- Sostenibilidad y desarrollo inclusivo: La agenda de crecimiento mexiquense está orientada a generar mayor valor económico, empleos de calidad y diversificación de sectores, mitigando los posibles impactos negativos de futuras medidas proteccionistas en el entorno comercial internacional.
Conclusión
El Estado de México, gracias a su estructura económica, integración manufacturera y conectividad, se ha convertido en un ejemplo de resiliencia y oportunidad ante las políticas de aranceles de Estados Unidos. Su capacidad de adaptación y crecimiento, aun en un entorno global complejo, lo consolida como uno de los referentes industriales y comerciales clave para México en 2025 y como plataforma ideal para que empresas nacionales y extranjeras sigan apostando por el mercado latinoamericano y norteamericano.
