En el mundo de los negocios locales, especialmente en zonas tan activas como el Estado de México, es común ver a la competencia como una amenaza. Pero cambiar la mirada puede marcar la diferencia: en lugar de temerla, obsérvala. La competencia puede ser una gran fuente de información sobre lo que tu público valora, qué está funcionando en el mercado y qué oportunidades aún no se han aprovechado.
No se trata de copiar, sino de analizar. ¿Qué productos ofrecen? ¿Qué tipo de atención dan? ¿Cómo se comunican en redes? ¿Qué tipo de clientes atraen? Entender esto te da herramientas para fortalecer tu propuesta, diferenciarte y, si es necesario, adaptar estrategias con inteligencia.
También es útil preguntarte: ¿qué están dejando de lado? Tal vez hay un segmento de clientes que no están atendiendo bien, un canal que no están usando, o una necesidad del mercado que puedes cubrir tú. Observar con atención y sin prejuicio te ayuda a tomar decisiones más acertadas y planear con visión.
Porque crecer no siempre implica inventar algo nuevo: muchas veces, se trata de hacerlo mejor.